Eliminar la transmisión del VIH de madre a hijo sigue siendo un desafío para la mayoría de los países, especialmente para aquellos en vía de desarrollo, a pesar de que existen mecanismos efectivos para evitar el contagio durante el embarazo, el parto y la lactancia.

La Organización Panamericana de la Salud (OPS/OMS) y sus socios trabajan desde 2010 en la implementación de una iniciativa para eliminar la transmisión de madre a hijo del VIH y la sífilis en esta región. Con la medida se logró una reducción de un 45% en el número de niños que nacieron con VIH entre 2010 y 2013, cuando nacieron 2,324 niños con el virus. Durante ese período, las embarazadas que se realizaron una prueba de VIH también aumentaron hasta el 74%, lo que representa un aumento de un 19% con relación al 2010.

El organismo asegura que la clave es la prevención y la detección temprana para iniciar con los cuidados preventivos necesarios lo antes posible.

Recientemente, Cuba demostró que es posible lograr la meta de eliminar la transmisión vertical del VIH, que constituye parte fundamental del derecho a la salud que tiene cada niño. La isla fue el primer país del mundo en el que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró erradicada la transmisión del virus de madre a hijo, al lograr reducirla a menos del 2%, que es el máximo alcanzado con las medidas de prevención.

La jefa del Programa Nacional de ITS/VIH/sida de Cuba, María Isela Lantero, en declaraciones a la prensa de ese país, atribuyó el reciente logro de la isla a que cada embarazada recibe normalmente un mínimo de diez controles prenatales y se le ofrece el diagnóstico del VIH y la sífilis en los tres trimestres del gestación, además de información sobre la prevención de las enfermedades de transmisión sexual y acceso al condón. En 2013, el 98.6% de las embarazadas VIH positivas y el 100% de los bebés expuestos recibieron tratamiento, según datos oficiales disponibles hasta septiembre de ese año.

Asimismo, Anguila, Barbados, Canadá, Cuba, Estados Unidos, Jamaica, Montserrat, Puerto Rico y Saint Kitts y Nevis, han logrado reducir la transmisión a menos de 2%, el resto del mundo sigue en camino a conseguirlo.

En República Dominicana se implementa desde el 2000 el Programa Nacional de Reducción de la Transmisión Vertical del VIH/SIDA (PNRTV), que se inició como un proyecto piloto en cuatro maternidades del país y se ha expandido por el territorio nacional, ofreciendo de manera gratuita la prueba del VIH/SIDA, la consejería pre y post prueba, la administración de una dosis de medicamento antiretroviral a la madre y al niño en las primeras horas de nacido y una opción de alimentación a los bebés de madres que resulten positivas a la prueba.

El porcentaje de niños que nacen con VIH en el país es de 4.6%, según datos ofrecidos por el director ejecutivo del Consejo Nacional para el VIH y el Sida (CONAVIHSIDA), Víctor Terrero, a mediados del año pasado.

Uno de las barreras para la consecución de la meta en República Dominicana es el bajo nivel de acceso a la prueba VIH y la necesidad de expansión de las unidades de atención primaria de salud.

Formas de transmisión vertical y medidas de prevención
El VIH se transmite de madre a hijo/hija durante:

El embarazo (a través de la placenta)
El parto
La lactancia
El bebé puede infectarse en el parto, a través de las secreciones vaginales o la sangre de la madre infectada, por lo que se debe realizar una cesárea antes de que se produzca la rotura de membrana (de la bolsa).

Al igual que otros virus, el VIH es capaz de excretarse a través de la leche e infectar al niño/a, por lo que no se recomienda la lactancia materna si la madre es VIH+.

No todos los niños y niñas de madres infectadas con el VIH se contagian. De no mediar intervención médica, las probabilidades de que la madre transmita el VIH a su hijo fluctúan entre el 20 y el 45%. Pero esa tasa se puede reducir a menos del 2% mediante las intervenciones integrales basadas en las pruebas.

También es importante conocer que, en el caso de encontrar anticuerpos del VIH en el niño, habrá que esperar 18 meses para saber si es un verdadero caso de VIH o se trata de anticuerpos adquiridos de la madre, que son desechados en cuanto el niño desarrolle su propio sistema inmunológico.